El polémico escritor y periodista Truman Capote escribió en
el acápite de uno de sus libros, una frase adjudicada a Santa Teresa de Jesús
que dice: “Se derramarán más lágrimas por las plegarias atendidas que por las
no atendidas”.
En Internet, ya sea en redes sociales, foros o chats de BDSM,
hay cientos de personas que buscan su contraparte para sesionar. Y es casi seguro
que con buen ojo y algo de paciencia, encontrarán lo que buscan o algo
aproximado. Y también cabe la posibilidad de que esa persona sea lo que siempre
buscaron. O que se arrepientan del hallazgo.
Recordé esto pensando en mis tiempos de novata, cuando
recién entré a la comunidad Spanka y moría de ganas por tener mi primera
sesión. Llevaba toda una vida esperando algo que no llegaba, y cada día era una
tortura. Cuando encontré a mi primer Spanker y concretamos una cita, lo que se
me hacía interminable era cada hora, minuto y segundo de espera. Tenía tantos
deseos de sesionar, que mi única precaución fue preguntar datos sobre este
Spanker, que para mi fortuna era bastante conocido en la comunidad.
Hoy en día creo que fui muy audaz. O atrevida. U osada. O
las tres a la vez.
La AUDACIA aparece cuando se está ávido o propenso a hacer
algo, pero pensando y razonando antes de hacerlo.
ATREVERSE es querer hacer con fervor, y convencerse de que
vale la pena el riesgo que se va a tomar.
La OSADÍA necesita el impulso de la desesperación, ser ágil en
la resolución, pero no necesariamente veloz.
Mi audacia, atrevimiento y osadía no me permitieron reflexionar
porque tenía la urgencia de la inmediatez, de querer sesionar ya, sin pensar en
la contracara de la responsabilidad conmigo misma y de los riesgos que conlleva
una decisión.
Esto también se aplicaría para cuando no nos animamos a
traspasar un límite. En ese caso será casi imprescindible la contención del
Dominante, pero cuando se confía en Él, es más fácil saltar un obstáculo o
vencer un límite.
Hablando de sesiones, algunos prefieren la seguridad de las
sesiones virtuales. Para mí, no es lo mismo. Creo que tomando las precauciones
necesarias, vale la pena el riesgo.
Cuando tomamos una decisión de cualquier tipo, sabemos que va
a ser la decisión ADECUADA para ese momento, aunque puede que no siempre sea la
ACERTADA. También pasa eso cuando elegimos una relación.
Sabiendo esto llega el momento de preguntarse:
¿Cuánto quiero esto?
¿Lo quiero tanto como para asumir los riesgos que conlleva
esta decisión?
¿Qué precio estoy dispuesta a pagar?
Espero que cada plegaria personal sea atendida sin tener que
derramar lágrimas por ese motivo. Ojalá que con responsabilidad cada uno se
vuelva audaz, atrevido y osado para vivir una experiencia que jamás se
repetirá.
Vivir es elegir a cada paso, es sentir el bienestar y la
armonía de haber tomado una decisión responsable con atrevimiento, osadía y
audacia.
Mis respetos,
anitaK
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