
Y de eso no cabe duda.
Hay sucesos que han colaborado para que esto suceda, y les
aseguro que nosotros, los bedesemeros, no tuvimos nada que ver. Esta explosión
de bedesememanía se la debemos, quizás, a algún publicista u oportunista que
vio la veta de oro en este mundillo de locos y pervertidos.
Quizás todo comenzó con los leathers de los años 70, pero el
mundo aún...