
Hoy pensaba la forma en que fui criada. No soy una jovencita, ya pasé los 40 hace un rato. Soy de la época en que cuando nos preguntaban nuestra “gracia”, una debía contestar: “Ana Karen Blanco, para servir a Dios y a usted”. Y eso que con tan corta edad todavía no tenía idea de lo que era sumisión, era simplemente una norma de educación y urbanidad que yo cumplía muy complacida,...