lunes, 21 de abril de 2008

Dice Wikipedia que un Rebenque es un trozo de cuero vacuno utilizado como látigo por los gauchos de America del sur. Es utilizado por los practicantes del spanking como utensilio para las practicas spanko.

En ocasiones, en el norte de la Argentina, también se denomina así a los trozos de materia fecal humana desecados al sol, con el fin de crear un elemento contundente y arrojadizo, con el fin de lesionar física y emocionalmente a los contrincantes en batallas por honor, o por simple malicia.

En Canarias en la isla de La Palma se usa el término rebenque para llamar a las personas toscas y tontas.

En cambio, la Real Academia de la Lengua dice que:

rebenque.
(Del fr. raban, cabo que afirma la vela a la verga).

1. m. Látigo de cuero o cáñamo embreado, con el cual se castigaba a los galeotes.
2. m. Mar. Cuerda o cabo cortos.
3. m. Am. Mer. Látigo recio de jinete.

Real Academia Española © Todos los derechos reservados

Esa sería la definición “oficial”, y como todo lo oficial sabe a frío y a poco. Quiero contarles más, quiero contarles desde la visión no oficial de alguien que ama a su país y sus tradiciones.

Para empezar les diría que el gaucho, como dijera Fernán Silva Valdés “Nació de la juntura de dos razas (indios y españoles) como en el tajo de dos piedras nacen los talas”. Este personaje aparece a finales del siglo XVII y principios del siglo XVIII. Fue muy importante en la lucha por la independencia. Nació libre, independiente, simple… no tenía casa y dormía donde lo agarraba la noche. O armaba una tapera con adobe y barro, queriendo imitar al hornero (pájaro autóctono que hace su nido en forma de horno). Era hombre “de a caballo”, se reunía con sus amigos en las pulperías donde tomaban, jugaban a “las tabas”, o a las cartas y en más de una ocasión sacaba su facón para defender su honor, el de su familia o el de su “prienda o china” (mujer del gaucho).

Su vestimenta era una camisa, bombacha, chiripá, poncho, sombrero, pañoleta al cuello, botas de potro, y se engalanaba con una riestra (cinturón adornado con monedas y cadenas), un facón (cuchillo con filo de ambos lados) y el rebenque.

El rebenque fue “pilcha” (prenda), útil de trabajo y también arma, ya que enarbolado en su mano derecha o colgado de la muñeca era como una extensión de su propia extremidad. Fue y es inseparable de la figura de nuestro hombre de campo, ya fueran changadores, gauderios, gauchos o el paisano actual.
Hay varios tipos de rebenques, unos son variantes de otros: “cola de tatú”, guacha, lagarto, de argolla, talero...

Pero en general el rebenque común consta de tres partes: mango, manija y lonja. Si es rebenque de argolla, se le agrega esta y pasa a tener cuatro partes, a saber:

*El mango: que puede tener cabeza, pomo o argolla en la parte superior. Suele medir entre 15 y 35 centímetros, y con un diámetro entre 3 y 4 centímetros. Generalmente es de madera dura, también puede ser de hierro y el verdadero rebenque es el que está fabricado con el pene del toro secado y curtido. Sea cual fuere el material del mango, va recubierto con un trenzado o esterillado de diferentes materiales: cuero, soga, tientos finos de potrillo con pasadores del mismo material.

*La argolla: Está en la parte superior del mango al que atraviesa en forma diametral. La argolla puede medir unos 6 centímetros de diámetro y suele estar hecha de hierro o bronce generalmente, pero en los rebenques de lujo se hacen de metal blanco o plata.
*La manija: De la argolla se suspende una pulsera enteriza de cuero crudo, liso o de tientos trenzados. La manija sirve para colgar el rebenque de la muñeca.

*La azotera o lonja: es el cuero con el que se castiga.

El rebenque “Cola de Tatú” es una variante del rebenque de argolla, y se hace todo en gruesos tientos de sección cuadrada, en un trenzado especial llamado caracol, cuyo mango se prolonga en una azotera también trenzada, en redondo, con una azoterita, en su extremo.

El rebenque llamado “guacha”, que lo puede haber en diferentes dimensiones, es uno que me gusta mucho personalmente, porque (y esto es invento mío) lo veo como la hija del rebenque común y la fusta. Tiene las características del rebenque común, pero el cuerpo es flexible, se extiende y la lonja es doble y pequeña, como cuando uno dobla el cinto. ¡Una maravilla!

Normalmente el cuerpo va revestido de cuero o esterillados de tientos, otras veces con virolas y en casos de lujo, pueden llevar mallas de oro y plata y hasta las iniciales del dueño, pero ya estaríamos hablando del rebenque de “exhibición” o para “paquetear”, o sea, el que no es de uso diario. El rebenque común que usa el gaucho todos los días, es el que tiene para salir al campo, y el otros es el que utilizaría para una “cabalgata criolla” o una fiesta tan tradicional como son las “domas” de potros salvajes, donde se visten las mejores galas.

Dice Claudio Pérez hablando de las domas: "Fiesta de tradición, culto a la raza indomable, valiente, heroica y buena donde en cita de honor la paisanada viene a lucir su varonil destreza. Fiesta de tradición donde el rebenque cuelga como badajo en la muñeca y enardecido se alza y se estremece cuando siente llorar las nazarenas."

El rebenque es un instrumento que llama la atención del turista. Cuando un extranjero entra a una casa de cueros o mejor aún, a una talabartería, cosa casi segura cuando visita alguna orilla del Río de la Plata, se sentirá atraído por muchos de los artículos que allí se exhiben. Si ese turista es spanko, Amo, Señor, Dominante… no saldrá de allí sin un rebenque y seguramente sentirá asombro por ver algo así a la venta y a los ojos de todos los vainillas. Claro que un vainilla le daría otro uso, como colgarlo en algún rincón de su casa de campo junto a las boleadoras, o siendo turista le guardaría algún rincón del alguna pared para exhibirlo a sus amistades..

Por supuesto que los argentinos dirán que el rebenque es argentino, como Gardel, el tango, el dulce de leche o los alfajores. Pero todos sabemos que es de ambas márgenes del Plata. Y quizás de un poco más allá también. Podríamos decir que es el strap del gaucho, pero eso suena a tomar “the five o’clock tea” con pan con grasa o tomar mate con masitas inglesas, ¿verdad?

Si hablamos de instrumentos, el rebenque es lo más parecido al cinto, pero con un aspecto muchísimo más intimidante y mucho más intenso en el golpe debido, obviamente al mango rígido que permite aplicar más fuerza.

Pero para mí, ningún instrumento será comparable a la mano. Y ninguna mano será comparable a de mi Señor.

De su mano probé el rebenque y se ha convertido en el segundo instrumento en mis gustos, desplazando al cinto que había ocupado hasta ahora el segundo lugar en mis preferencias.

Cuando mi Amo empuña su rebenque, realmente lo utiliza como una extensión de su mano. Ha logrado tener un muy buen dominio de él, direccionándolo hacia el lugar exacto donde quiere que caiga. El azote del rebenque se podría comparar con el del cinto, pero al mismo tiempo no tiene nada que ver. La práctica del azote con este instrumento lleva a que quien lo usa logre darle la intensidad adecuada para que duela, arda y pique sin dejar marcas duraderas. Logra también que se vea la huella del rebencazo, cosa que es muy... estimulante visualmente.

Admito que es un instrumento intimidante al principio, sobre todo para los habitantes del cono sur de América, que lo conocemos a través de los gauchos. Pero en mi caso particular, debo decirles que es maravilloso sentir el contacto de la lonja con mi piel, ya sea durante el golpe o mientras me acaricia la espalda y las nalgas, presagiando de forma intimidante el castigo que se aproxima. Los azotes del rebenque se diferencian a otros instumentos de cuero (cinto, tawse, paddle por ejemplo) en que a pesar de pegar con un extremo, no deja marca ni lastima como por ejemplo si se castiga con la punta de un cinto. Esto, por supuesto, también depende de la destreza, habilidad y práctica de quien lo utiliza. Les sugiero que lo prueben: Dominantes y sumisos habrán descubierto algo diferente y excitante.

Pero permítanme que comparta con ustedes lo que dice mi Amo, Sir Williams, de su instrumento favorito:

Yo creo que uno elige un instrumento determinado por la suma de las siguientes razones: porque lo identifica, se siente cómodo y forma parte de su YO Spanko, pero sobre todo porque tiene alguna simbología que lo excita y erotiza.

Es díficil de explicar, pero al rebenque lo asocio a la "doma", a vencer la rebeldía natural de la sumisa; es como un objeto fálico de poder, pero sin serlo. Además es el que me resulta más
cómodo, direccionable y manejable, es realmente como si fuera parte de mi brazo, y eso me permite abstraerme de si cae o no donde yo quiero y ocupar mis sentidos en el disfrute de mi sumisa y el placer que me entrega.

Y este es uno de sus rebenques. Es hermoso ¿verdad?

Ojalá que con esto haya podido ampliar en algo la idea que tenían algunos del rebenque, y que se animen de alguna forma a comprar uno y utilizarlo con su compañer@.

Agradezco a mi Amo por haberme hecho conocer un instrumento tan maravilloso.

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