
Desde mi punto de vista, que no es el sumiso evidentemente, hay cientos de razones por las cuales una spankee o inclusive una mujer vainilla puede querer ser sumisa. Tiene especial importancia su naturaleza, su necesidad de explorar su sexualidad más allá de convencionalismos y su predisposición a vencer infinidad de tabúes, vergüenzas, temores y un bagaje de conceptos culturales...