
Si vos fueras vino... me deleitaría sólo con verte encerrado en la botella e imaginando los placeres que tendría contigo. La espera para contactarte sería como esos momentos en que uno hunde el sacacorchos y lentamente lo va introduciendo para luego sacarlo con gran cuidado, para que no se desgrane y arruine el líquido. Si vos fueras vino... y yo te descorchara, impregnaría...