Estuve leyendo un tema interesante desarrollado por las chicas de sumisas sin fronteras: "Lo que esperamos de ellos", y además de coincidir con la reflexión en general, que pareciera una obviedad pero no lo es, me quedo con la última frase para mi propia reflexión: "L@s Dom azules... no existen... cuando se pinchan sangran... y su sangre es roja... como la tuya... como la mía..."
Es bastante común la idealización y hasta idolatrización de que hacen objeto alguna sumisas, y sumisos también, a sus Dominantes. Es un error que tarde o temprano pagan con tristeza, decepción, amarguras y hasta separaciones.
Pero también es bastante común que los propios Dominantes "se la crean" y esto es más grave aún, porque no solo se engañan a si mismos sino que confunden a sus propiedades y generan a su alrededor un aura de infalibilidad y de superioridad que no es tal.
Porque no olvidemos que los Dominantes debemos cumplir varias funciones que de por sí tienen una alta carga de responsabilidad: entrenar, enseñar, amoldar, cuidar, ejercer autoridad y demostrar ciertos conocimientos pero de allí a creernos semidioses infalibles o los señores de la sabiduría infinita, hay un abismo.
Nuestra sangre es roja ... como la de todo ser humano, y nuestras virtudes y falencias... también.
Que bueno que de vez en cuando alguien ponga los pies en la tierra y sincere las cosas.
Gracias arcilla, aigua y perla{FN_JF} ... por hacernos pensar y reflexionar.
Sir Williams
Es bastante común la idealización y hasta idolatrización de que hacen objeto alguna sumisas, y sumisos también, a sus Dominantes. Es un error que tarde o temprano pagan con tristeza, decepción, amarguras y hasta separaciones.
Pero también es bastante común que los propios Dominantes "se la crean" y esto es más grave aún, porque no solo se engañan a si mismos sino que confunden a sus propiedades y generan a su alrededor un aura de infalibilidad y de superioridad que no es tal.
Porque no olvidemos que los Dominantes debemos cumplir varias funciones que de por sí tienen una alta carga de responsabilidad: entrenar, enseñar, amoldar, cuidar, ejercer autoridad y demostrar ciertos conocimientos pero de allí a creernos semidioses infalibles o los señores de la sabiduría infinita, hay un abismo.
Nuestra sangre es roja ... como la de todo ser humano, y nuestras virtudes y falencias... también.
Que bueno que de vez en cuando alguien ponga los pies en la tierra y sincere las cosas.
Gracias arcilla, aigua y perla{FN_JF} ... por hacernos pensar y reflexionar.
Sir Williams