Para contarme solito
Que mi Amito se había
ido
al infierno
contrataíto.
Satán mismo en persona
Fue quien lo mandó
buscar
Pues de su arte con el
rebenque
Mucho había oído
hablar
El diablo puso cien diablitas
Con sus nalguitas
desnudas
Y del rebenque
conocieron
El calor y la tortura.
El Amo de ojitos
verdes
Compasión no tuvo
alguna
Y las diablitas
huyeron
Del rebenque, una a
una
Celoso el diablo botó
A mi pobre Amito bello
Y al Cielo lo regresó
Como si fuese plebeyo.
Con su pícara sonrisa
Y ojitos encantadores
Conquista angelitas
sumisas
Con fines desoladores
Primero espankea sus
nalgas
Luego usa cera y
esposas
Y en la cruz de San
Andrés
Las hace gozar como
diosas
La puta muerte lo
llevó
Aquella tarde lluviosa
Y yo lo sigo llorando
Con gerundio y
memoriosa
Sir Williams
Siempre en mi corazón