Espero que tomen este post con el mismo humor con el que fue escrito.
Como casi todos los temas que se escriben en
foros, webs y blogs de BDSM, este también es conocido. Y como tantos otros, reciclable.
Quiero decir con esto que no voy a escribir sobre algo desconocido (¿es que
queda algún tema del que no se haya hablado hasta el hartazgo?), si no por el
contrario, es una plática común, sobre todo entre mujeres bottom, quizás porque
haya más que Tops.
Revisando viejos archivos, encontré una charla
que tuve sobre el tema con Sir Williams. Le había dicho que escribiría un
artículo, pero no lo hice hasta ahora. Espero que nadie se ofenda, pero si
alguien lo hace quizás sea porque se siente identificado.
Aquí les dejo la clasificación, basada en mi
propia experiencia y en la de varias damas del BDSM con las que he conversado,
de LOS PAJEROS DEL BDSM en Facebook y otras redes.
Los pajeros investigadores:
Son los que más abundan. Quieren saber todo.
Primero, si la sumisa tiene Amo. Si no lo tiene, se ofrece para serlo, y si lo
tiene quiere saber qué le hace, cómo se lo hace, dónde se lo hace y, por supuesto,
que se lo muestre por webcam. Que el Amo no esté presente es un detalle sin
importancia y una ventaja para este pajero. La finalidad de esa charla es la investigación.
El masturbarse es apenas una “consecuencia colateral”.
Los pajeros “Einstein”:
Son los que se creen genios. Piensan de sí
mismos que son inteligentes y pretender convencer a la dama en cuestión
demostrándole sus habilidades oratorias y/o, si se lo permite, mostrarle otras
“habilidades”, incluida su… ejem… probeta. A veces su perfil se complementa con
el de los pajeros investigadores, pero en definitiva sirven para lo mismo:
divertirnos haciéndoles pensar que creemos en su discurso, y de repente… ¡puffff!,
desaparecernos. Cada una verá si es antes o después de que explote su… probeta.
Los pajeros “dioses”:
Son los que nos quieren hacer creer que son dioses-dominantes,
con experiencia, sabiduría, omnisapientes y omnipresentes. Esos que saludan con
un “Hola puta (perra o epíteto similar). A partir de este momento soy tu amo.
Prende la webcam de inmediato”. De la persona que está del otro lado de la
pantalla, o sea nosotras, se espera que obedezca sin titubeos, se desvista con
toda rapidez, con la mirada baja y la cabeza más baja aún… bueno, no tan baja
que nos tape los pechos, obvio. Por supuesto que casi ninguna mujer –sin
importar el rol- le hará el menor caso, excepto para anotar su nombre y alertar
al resto para que ignoren al imbécil. Y no acepto la excusa de que “es nuevo y
no conoce el protocolo”, porque ningún protocolo básico de educación aceptaría
algo así. Por mi parte –y estoy segura que por parte de la mayoría-, pueden
volver a su olimpo particular y seguir soñando.
Los pajeros bonachones:
Son los que luego de un cordial y respetuoso saludo
dicen directamente lo que buscan, dando un poquito de lástima y esperando que
las mujeres saquemos a luz nuestra parte maternal y los mimemos. Son pacientes,
nos escuchan, nos prestan atención, hasta que sale a relucir su pedido de una
forma u otra: no encuentro sumisa, o no encuentro Ama, y si tú no quieres
quizás tengas una amiga que me puedas presentar, etc. No sé cuántos tendrán
suerte con esa estratagema, pero al menos de entrada me resultan menos repulsivos
que los anteriores.
Los pajeros encantadores:
Son los que están organizados para atraer a
las sumisas incautas y/o inexpertas, las nuevas, las que quieren iniciarse en
el BDSM y están APURADAS por vivir una experiencia similar a la protagonista de
“50 sombras”. Puede convencerlas creándose un blog, una web, una fan-page en Facebook,
creándose varios nicks de Amos y/o sumisas para darle a la “elegida” elogiosas
opiniones sobre el amo en cuestión, de acuerdo al elegido en cada caso. Al
menos hasta la primera sesión real (si es que alguna vez llega a darse), son
encantadores, seductores, subyugan y hechizan con sus palabras “mágicas”,
siempre y cuando –en los mejores casos- puedan hablar virtualmente, a través de
una pantalla. En los peores casos el verdadero “amo” saldrá a relucir demasiado
tarde…
Los pajeros camaleónicos:
Son los que están dispuestos a convertirse en
lo que necesitemos. ¿Queremos un Amo? Él puede serlo, y su primera orden será
que nos convirtamos en su dómina. También puede ser de entrada en el amo
superdominante, o bueno… el sumiso más humilde, arrastrado y complaciente que
podamos desear. ¡Son perfectos y cambian de acuerdo a nuestras necesidades, que
finalmente son la de él! Se presentan como amos y en la charla se convierten en
sumisos, o al revés. ¿Cuál es el precio que debemos pagar para obtener esta
joyita? Solo atenderlos, complacerlos y hacer lo que nos “ordenan”. Eso sí, la
que caiga en sus redes hará que se convierta en…
Los pajeros “chicle en el zapato”:
Son los que más molestan, los peores.
Imaginen, señoras, sus mejores zapatos de tacón, esos que compraron con tanto
esfuerzo y que usan solo en ocasiones especiales. Ahora imaginen que van
caminando, sintiéndose como una diosa en la alfombra roja y… se les pega un
chicle -una goma de mascar o como se llame en su región- en la suela. Hablo de
esos chicles que cuando levantan el pie está adherido a ambas superficies, y
que no importa lo que se haga, seguirá pegado hasta el final de la vida de ese
zapato. Llegará el momento en que ya no se adhiera a otras superficies porque
ha sido tapado con otros elementos del suelo, pero tardaremos siglos en
hacerlos desaparecer…
Así son estas personas, y sobre todo si son
sumisos. O pseudo-sumisos, porque un verdadero sumiso y con alguien que no es
su Ama, jamás se comportaría de ese modo. No soy Dómina, pero imagino que
tampoco ellas los soportan.
Los pajeros poetas-románticos:
Son los que mandan mensajes, nos dejan sus
poemas en nuestro muro, cuando nos hablan sale miel de la pantalla, vuelan
mariposas y pajaritos en el ambiente… Está bueno un poco de romance, en el
momento justo, en el lugar exacto y con la persona acertada. ¿Me expliqué?
La lista es interminable, pero creo que dentro
de esta lista y haciendo las combinaciones adecuadas podrán encontrar la
mayoría de los pajeros que nos acosan por internet. Les invito a que agreguen
comentarios con sus propios modelos y experiencias.
También invito a los caballeros que
clasifiquen a las damas y nos cuenten qué errores cometemos. Yo les ayudo con
la primera categoría: las que buscan un proveedor (dómina o sumisa).
Y si a usted no le cabe este sayo, NO SE LO
PONGA. Y si le cabe, podría cambiar viendo qué cosas nos molestan a la mayoría
de las mujeres. Como dije al comienzo, espero que tomen este post con el mismo humor con el que fue
escrito.
AKB
1 ENSEÑANZAS:
Super ingenioso y bien descriptivo. Me has alegrado la tarde, Anita!
Publicar un comentario