Hace diez años cuando comencé a ejercer mi rol
de spankee, los videos del tema no eran tan frecuentes como hoy, asì que el que
conseguía alguno lo atesoraba para repartirlo en los grupos de yahoo o
pasándolo a un CD para compartirlo.
Hay videos que aún recuerdo y otros
totalmente olvidables. Con esos videos fui aprendiendo de forma visual lo que
se hablaba en los grupos: las posiciones, la vestimenta, el antes y el después,
las diferentes formas de nalguear que tenía cada Spanker y màs. También aprendí
a diferenciar el Spanking disciplinario del erótico. La mayoría de los videos
se trataban de lo que yo entiendo como Spanking disciplinario, y dentro de esos
había algunos que compartían el mismo final: dejar a la spankee llorando
desconsolada y sobándose, sola, mientras el Spanker se iba sin mostrar ninguna
compasión. Eso me parecía terrible, y aùn me lo sigue pareciendo. Por supuesto
que en real nunca quedé así, hasta recuerdo un querido Spanker que siempre
llevaba la crema y se preocupaba de tener a mano una toalla húmeda para después
de la azotaina. Un caballero.
Cuando entré en la sumisión aprendí que eso
también pasaba: había Amos responsables, caballerosos, y de los otros. No puedo
juzgar, pero quiero pensar que los que no le hacen el aftercare a su sumiso, no
es por maldad sino por ignorancia.
En una sesión ambas partes dan todo, se
entregan y disfrutan. O al menos, están supuestos a hacerlo, pero no siempre es
así. Me pregunto por qué descuidan a quien debería ser su joya màs valiosa, la
que deben cuidar porque los hace brillar como Amos, y sobre todo porque son
quienes ponen “toda la carne en el asador”, como solemos decir en mi país.
La entrega del sumiso es, o debería de ser, lo
más valioso de la relación porque da su más preciado tesoro, su integridad
física y mental. ¿Puede haber mayor tesoro? Y al mismo tiempo: ¿puede haber
mayor responsabilidad?
El aftercare no es solo para la terminación de
la sesión, sino también tiene que
ver con dejar al sumiso sin atención durante
la escena. O hacer cosas que, aunque consensuadas, pueden dañar de alguna forma
al sumiso (y no importa el motivo porque está en juego la integridad de la
propiedad). Por ejemplo, atarlo y dejarlo solo, o hacerlo dormir con esposas, o
cederlo sin estar presente para cuidarlo, o no tomarse la responsabilidad de
averiguar qué enfermedades tuvo o tiene para saber qué disciplinas puede practicar
con seguridad.
Si el Amo le dio al sumiso una sesión que
cumple con el SSC y no le da aftercare, es tan grave como hacerlo sin consenso.
El cuidado posterior es algo que no puede
faltar jamás, antes, durante y sobre todo después de sesionar. Es básico, es
una obligación del Amo y un derecho del sumiso.
anitaK[SW]
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