miércoles, 11 de febrero de 2015

Hace diez años cuando comencé a ejercer mi rol de spankee, los videos del tema no eran tan frecuentes como hoy, asì que el que conseguía alguno lo atesoraba para repartirlo en los grupos de yahoo o pasándolo a un CD para compartirlo. 

Hay videos que aún recuerdo y otros totalmente olvidables. Con esos videos fui aprendiendo de forma visual lo que se hablaba en los grupos: las posiciones, la vestimenta, el antes y el después, las diferentes formas de nalguear que tenía cada Spanker y màs. También aprendí a diferenciar el Spanking disciplinario del erótico. La mayoría de los videos se trataban de lo que yo entiendo como Spanking disciplinario, y dentro de esos había algunos que compartían el mismo final: dejar a la spankee llorando desconsolada y sobándose, sola, mientras el Spanker se iba sin mostrar ninguna compasión. Eso me parecía terrible, y aùn me lo sigue pareciendo. Por supuesto que en real nunca quedé así, hasta recuerdo un querido Spanker que siempre llevaba la crema y se preocupaba de tener a mano una toalla húmeda para después de la azotaina. Un caballero.

Cuando entré en la sumisión aprendí que eso también pasaba: había Amos responsables, caballerosos, y de los otros. No puedo juzgar, pero quiero pensar que los que no le hacen el aftercare a su sumiso, no es por maldad sino por ignorancia.
En una sesión ambas partes dan todo, se entregan y disfrutan. O al menos, están supuestos a hacerlo, pero no siempre es así. Me pregunto por qué descuidan a quien debería ser su joya màs valiosa, la que deben cuidar porque los hace brillar como Amos, y sobre todo porque son quienes ponen “toda la carne en el asador”, como solemos decir en mi país.

La entrega del sumiso es, o debería de ser, lo más valioso de la relación porque da su más preciado tesoro, su integridad física y mental. ¿Puede haber mayor tesoro? Y al mismo tiempo: ¿puede haber mayor responsabilidad?

El aftercare no es solo para la terminación de la sesión, sino también tiene que
ver con dejar al sumiso sin atención durante la escena. O hacer cosas que, aunque consensuadas, pueden dañar de alguna forma al sumiso (y no importa el motivo porque está en juego la integridad de la propiedad). Por ejemplo, atarlo y dejarlo solo, o hacerlo dormir con esposas, o cederlo sin estar presente para cuidarlo, o no tomarse la responsabilidad de averiguar qué enfermedades tuvo o tiene para saber qué disciplinas puede practicar con seguridad.

Si el Amo le dio al sumiso una sesión que cumple con el SSC y no le da aftercare,  es tan grave como hacerlo sin consenso.


El cuidado posterior es algo que no puede faltar jamás, antes, durante y sobre todo después de sesionar. Es básico, es una obligación del Amo y un derecho del sumiso.



anitaK[SW]

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