Aunque me gusta mucho leer, no estoy capacitada para hacer
una crítica de este libro como lo haría un profesional. Apenas puedo decir lo
que me gustó o dejó de gustar sobre el que fue, seguramente, el libro más
vendido en el último año. Claro que eso no lo hace un buen libro, un texto de calidad desde el punto de vista literario,
ni a su autora una buena escritora.
Tampoco creo que esa haya sido su intención.
Lo que sí tiene, son dos características que lo han ayudado
a adquirir el éxito obtenido desde el punto de vista editorial:
1)
El gancho,
que ya estaba de moda cuando la obra salió al mercado y que, sin lugar a dudas,
ayudó a su popularidad, se llama BDSM. No es el BDSM que conocemos quienes lo
practicamos desde hace años, los SADOSAURIOS,
como nos dicen algunos. No, no tiene nada que ver. El BDSM de este libro es
rosa, light, y está distribuido a través de las páginas en sitios claves,
cuenta con las pinceladas justas, controladas, cosa de no herir la susceptibilidad del lector, y que en poco coincide con la
realidad de quienes lo practicamos a diario. Los toques de Sadomasoquismo
aparecen en la dosis exacta para que los lectores –en especial las damas-,
pongan en marcha su fértil imaginación y completen la escena como más les
guste.
2)
Pero el éxito de mercadeo de este libro
proviene, estoy segura, del mejor publicista editorial que pueda existir en la tierra, y no de su autora. No
sé quién es; aún así aseguro que es el mejor. Mis respetos para él y que sepa
mi deseo de convertirlo en el publicista de mi novela.
Esta persona, hombre o mujer, fue el que
hizo de esta pésima novela, un éxito de venta. Supo a quienes dirigirlo, tuvo
la visión de pensar y enfocarse en las amas de casa aburridas de su tediosa
vida, en las secretarias que sueñan con
su jefe millonario para que las saque de la rutina, en las jovencitas
romanticonas que esperan su príncipe azul moderno, y en las mujeres en general,
las que buscan y sueñan ser tratadas como esa sutil rudeza característica del protagonista
masculino: Christian Grey.
El pensamiento femenino sería algo así: “Quiero que me domines, pero un poquito.
Quiero que me pegues, pero con un látigo de plumas acolchadas. Quiero que
juguemos a que me sometes y a que eres mi Amo, pero solo cuando yo tenga ganas,
¿eh? Porque el único placer que cuenta es el mío… Y de paso, ya que estamos,
llévame a pasear por el mundo, cómprame muchas cosas caras y hazme feliz. Eso
sí: recuerda siempre que a mí, tu riqueza no me interesa en lo más mínimo…”.
El texto conduce hacia el sueño de la mayoría de las
féminas: sentirse muy deseadas, un poquito maltratadas,
lo suficiente como para hacer volar su imaginación; sentirse dominadas, pero no
demasiado porque después de todo nadie les va a quitar su libertad de acción;
agasajadas con todas las riquezas y lujos posibles; darse la gran vida al lado de un hombre que
las ame, y que es –tiene que ser- joven, guapo y recontrasupermillonario. En
resumen: vivir una historia original y nunca vista ni en películas adolescentes
ni en las telenovelas mexicanas vespertinas…
En todo esto radica, a mi saber y entender, el éxito rotundo
de ventas de “50 sombras de Grey”.
A estas alturas de la
historia de la humanidad, es posible que todo lo que se iba a escribir ya se
haya escrito. Aún así, es posible escribir cosas más originales que repetir la
trama de “Crepúsculo” y convertirla en una novela de BDSM.
Sin embargo, hay algo que le debemos agradecer a “50 sombras…”
y a su autora: la gran cantidad de gente que atrajo hacia los diferentes grupos
y comunidades BDSM del mundo. Mucha gente joven que desea vivir nuevas
experiencias; hombres que, aunque no tengan ni la edad, ni la gallardía, ni el
dinero de don Grey, imaginan que tooooodas las sumisas y esclavas se rendirán a
sus pies, suplicándole que las penetre sin descanso.
Las damas, en cambio, que tienen la imaginación más vasta
aún que los caballeros antes mencionados, ven en todos los Dominantes la
solución a sus problemas financieros y de alcoba.
Damas y caballeros que leen este post, lamento informarles
que los personajes de “50 sombras…” ¡NO EXISTEN! Son solo eso: personajes
imaginarios. Y esa trama basada en el BDSM rosa que la autora ajustó luego de
visitar dos blogs y una página web, es tan imaginario como los personajes.
El BDSM real es totalmente diferente a lo que refleja el
libro. Es más que un contrato mal encarado, una mujer atada a una cama, una
jovencita de 23 años pobre, virgen e inocente, y un joven de 27 años exitoso,
con más dinero que Bill Gates, que se enamora de una chica virgen y pobre, para
convertirla en… otra cosa, que no es ni en sumisa ni esclava. Y él mismo, un
proyecto de “Amo”, con más traumas que cualquier persona común…
Conclusión: esta trilogía es una historia repetida hasta el
hartazgo –el hombre joven y rico que se enamora de la chica pobre e inocente, a
la que conquista con su fortuna y juventud. Por supuesto que la humilde
Anastasia nos repite una y otra vez lo poco que le importa el dinero, los lujos
y los regalos, mientras nos hace un detalle pormenorizado de cada uno de los
obsequios y lugares que visita gracias a la generosidad de su pareja. Claro que
no todo es malo, porque ella sí es fiel y se queda a su lado para ayudarlo a
salir y deshacerse de sus traumas infantiles y de sus “sombras” más oscuras…
(Aplausos)
Por si no quedó clara mi opinión sobre esta trilogía, y me
hago cargo, es la siguiente:
LO PEOR: la historia copiada, la prosa y el texto.
LO MEJOR: el publicista y su campaña publicitaria para
vender no el primer libro, sino toda la trilogía. ¡¡Ídolo!! Mi admiración y
respeto para él.
Si aún no lo han leído, mi sugerencia es que se sientan
bendecidos y no se molesten en hacerlo. Si ya lo han leído, pido disculpas por
haber llegado tarde con mi advertencia, sobre todo aquellos que se leyeron la
trilogía completa, esperando que mejorara en el próximo volumen… reconózcanlo: ¡son
masoquistas de primera!
Saludos, y nos vemos en la próxima…
4 ENSEÑANZAS:
Aplausos anitaK[SW] una critica excelente a mi manera de ver. Me confirmaste una vez mas que no voy a leer esta serie y eso que leo todo lo que existe jajaja
Un gran saludo!!!
eli{ACH}
a riesgo de robarte el asunto, no me puedo contener... El libro me parece malo entendido desde el punto de vista literario. Comenzando por sus estructuras gramaticales, básicas, poco trabajadas, repetitivas y aburridas. Igualmente, creo que el vocabulario es escueto y falto de la riqueza que el tema requiere. Pasando al tratamiento de los personajes, se pierde en desenfocarlos con apenas dos pinceladas y el lector se ve obligado a idealizar unas personalidades poco creíbles y forzadas. No juega para nada con un aspecto riquísimo de la cuestión, como es la batalla psicológica de ambos, tema que parece quemarle al describirlo. Me parece pornográfico, y me explico, en el sentido de que se limita a desgranar una sucesión de cuadros calcados, idénticos, a la manera de una película X barata. Y creo que está dirigido muy claramente a público femenino, lo que no es malo en sí... pero reduce el panorama de posibles lectores satisfechos... Y todo ello con el debido respeto a las inmensas ventas que tuvo...
Bilbo Bolsón (en Facebook)
Intenté dejarte el comentario en el blog pero como no me dejó lo hago acá.....
Aunque no soy de dejar un libro por la mitad éste me pudo leí el primero y en la mitad del segundo dije Basta!!!! Al margen del contenido argumental que uno puede o no estar de acuerdo, lo peor fue lo aburrido de las descripciones de cada una de las situaciones, para contar que sucedió en el ascensor empleó 3 páginas ...
Justine Llopis (en Facebook)
Cuan cierto es lo que dices, reconozco que lo leí, esperaba mucho más del libraco aquel y como muchos salí decepcionada. Lamentablemente como tu dices las amas de casa aburridas lo adoptaron rapidito y se comieron entero el cuento de que un Dom es así, y van es a "jugar a el BDSM"
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