Siempre creí que la primera mujer fue Eva. Así me lo enseñaron y pensé que era verdad. Los que me lo dijeron, quizás estaban convencidos de lo que me decían y tal vez, como yo, ignoraban la existencia de Lilith. A mí me la presentó hace unos pocos años un amigo chileno, escritor.
El
nombre de esta dama aparece en la literatura hebrea. En la Biblia cristiana, aparece
de forma fugaz en el libro de Isaías, 34:14, donde Dios extermina a todos los
habitantes de Edom, y quedan como dueños del lugar, animales como buitres,
serpientes y… Lilith. “También allí
Lilith descansará y hallará para sí lugar de reposo”.
No
voy a hablar en este post sobre la manipulación que se hizo durante siglos de
la Biblia, y de cómo la “Palabra de Dios” fue acomodada según el poderoso de
turno. En vez de eso les comentaré que encontramos a Lilith no solo en la
Biblia y en la literatura hebrea, sino que además también aparece (según
diferentes autores), en la simbología súmera y babillónica.
Era
una mujer de una belleza perfecta, opulenta, de cuerpo sinuoso, cabello rojo, ondulado
y larguísimo. Inteligente, seductora, estratega, pero sobre todo indómita e
impetuosa… no tardaría en emanciparse para lograr su independencia. Fue,
extraoficialmente, la primera mujer de Adán. Aunque… para mi gusto preferiría
decir que Adán fue el primer hombre de Lilith. A diferencia de Eva, la primera
mujer fue hecha de arcilla al igual que el hombre, pero para desgracia de éste,
salió independiente, pensante, reflexiva y por lo tanto… insumisa. No estaba
dispuesta a tener una posición inferior al hombre; tampoco quería estar por
encima; simplemente quería ser… igual. Ni más ni menos: igual. No estaba a yacer
debajo de él, sino que, durante el sexo, demandaba por mantener la posición
dominante. Al contrario de lo que le enseñarían al resto de las féminas por los
siglos de los siglos hasta nuestros días, era sexualmente activa y reclamaba el
derecho al deleite, así también a gozar del sexo en el momento que lo deseara (imagino
a Adán diciendo que le dolía la cabeza…).
Al
ver que el Creador desatendía sus pedidos, y que su compañero no estaba
dispuesto a reconocer el lugar que le correspondía, hizo lo que toda mujer
debería hacer: irse para ser libre. Porque permanecer allí significaría
rebajarse, humillarse, aceptar por siempre una inferioridad otorgada por un
poder al que no estaba dispuesta a reconocer. Así que, desnuda como había
llegado, abandonó el supuesto paraíso…
Fue
entonces llegó Eva, la madre de la humanidad, la primera mujer oficial de Adán. Recibida con bombos y platillos,
pues fue creada a partir de una de las costillas de su marido, por lo tanto,
sumisa, obediente, humilde. Ya me imagino a Adán, caminando por el paraíso y
gritando: “Aprende, Lilith… Esto es una mujer, esto es una esposa –mientras señala
a Eva-, ¡no una loca con ínfulas de independencia como vos!”. Y Eva, con la
cabeza baja, ruborizada y orgullosa, caminando dos pasos atrás de quien, tan
generosamente (¡ja!), había donado una costilla para su creación.
Claro
que la rebeldía, la insumisión, la independencia, el orgullo… tiene su precio.
A Lilith le cayó encima la maldición de la mala prensa. Estoy segura que
ninguno de los que están leyendo esto, sabían que Minguito Tinguitela le copió a
Adán una de sus frases más famosas: “Cuidado conmigo, ¿eh? Que te puedo
levantar un manolito, o te puedo
hacer un buraco así de grande…”. Y si hay algo que no le hicieron a la
verdadera primera mujer, fue un monolito. O manolito,
como decía el periodista estrella de La
vo’ del rioba.
Supongo
que una vez que Lilith abandonó el paraíso y Eva se consagró como la Primera
Dama del Edén, el Cuarto Poder comenzó a crear las historias que se hicieron
famosas a través de los siglos. Que si era la reina de súcubos (demonios
femeninos), por haberse opuesto a Dios; que si era una ninfómana enfermiza
(basta que una mina deje al marido para que todos la califiquen de puta); que
si seducía a los hombres para usarlos y estrangularlos después (porque ellos
siempre son muy caballeros con nosotras, ¿no?); que si era la reina de los
vampiros porque después de matarlos bebía su sangre… En fin, que la mina pasó
de ser la primera y única mujer de la Creación, a la versión femenina del
demonio.
Claro
que todo eso no fue suficiente. Parece que, ya fuese por envidia o por otros
motivos ocultos, varias mitologías la encuentran encarnada en monstruos
femeninos: Lamia, Empusa, las harpías, las parcas y demás figuras femeninas
donde se alude a la muerte de hombres y niños. Sí, porque además de hombres, se
comía a los niños crudos (dicho en forma literal y no tanto…). También hay
referencias en la Brunilda de los Nibelungos, en la diablesa babilonia Lilu, y
hasta en la Reina de Saba.
Etimológicamente,
Lilith viene del hebreo layil (noche), y se representa como un demonio nocturno
peludo, o como una mujer de cabellos muy largos. Otros dicen que viene de Lil,
también hebreo y alude a lo que tiene que ver con la noche, por lo que su
nombre significaría algo así como “la nocturna”. Esto ayuda a verla como un ser
oscuro, maligno, sangriento, satánico.
Según
uno de los mitos, Lilith convertida en serpiente es quien seduce a Eva para que
pruebe el fruto prohibido. Después, apoyada por Samael (más tarde llamado
Satán), hace que engendre a Caín. Más tarde, Lilith se encargará de convencer
al hijo mayor de Eva para que mate a Abel.
Para
mí, y más allá de la religión, Lilith representa a la mujer que no se somete por
imposición y exige un trato idéntico, convirtiéndose quizás, en la primera
luchadora por la igualdad de géneros. No en vano muchas organizaciones feministas
la han tomado como referente.
Me
pregunto… ¿Lilith fue la primera Dómina? ¿O fue una sumisa insumisa? ¿Fue tan mala como para que la compararan con la versión
femenina del diablo? ¿O fue tan buena como para que todos los hombres quisieran
yacer con ella sin importar las consecuencias?
Si
el 21/12/2012 no se termina el mundo, nos vemos por acá antes de fin de año. De
lo contrario, como decía Arthur N. García Wimpi:
“…que
todo sea para bien”
5 ENSEÑANZAS:
Justo hace muy poco tiempo leí su historia, quedando impactada por como han intentado siempre mantenernos bajo su control, haciéndonos creer el cuentito de la mujer apocada y necesitada de protección y control. Las verdaderas hijas de Eva.... por suerte Lilith nunca abandonó nuestra escencia :D
el primer nick que tuve( hace siglos jeje) fue lilith....porque yo elegía cuando, como y con quien ..seguir mi deseo y porque en esa época era una lilith peregrina..apartada por voluntad propia de la norma establecida y el paraíso domado en busca de libertad..para mi esa es la esencia de lilith y su legado
Curiosa historia...
Besos
Yo ya habia leido sobre Lilith, creo que es un ejemplo de la mujer en esencia.
Una amiga Domina me dijo que ella tenia claro de quien procedia y no de Eva precisamente. Un saludo.
...traigo
ecos
de
la
tarde
callada
en
la
mano
y
una
vela
de
mi
corazón
para
invitarte
y
darte
este
alma
que
viene
para
compartir
contigo
tu
bello
blog
con
un
ramillete
de
oro
y
claveles
dentro...
desde mis
HORAS ROTAS
Y AULA DE PAZ
COMPARTIENDO ILUSION
ANITA
CON saludos de la luna al
reflejarse en el mar de la
poesía...
ESPERO SEAN DE VUESTRO AGRADO EL POST POETIZADO DE DJANGO, MASTER AND COMMANDER, LEYENDAS DE PASIÓN, BAILANDO CON LOBOS, THE ARTIST, TITANIC…
José
Ramón...
Publicar un comentario